En breve, el escritor y amigo Andos More publica un nuevo libro de poemas. La portada es obra mía, como las demás ilustraciones interiores y este prólogo que pongo a continuación:
Prólogo Amor Azul:
Hace ya un buen puñado de años que conozco a Andos More. En
un principio formamos parte de un mismo grupo literario, así que durante un
tiempo compartimos nuestras fantasías y sueños en forma de relatos, también en
poesía. Con el tiempo he ido conociendo más y más su obra, habiendo tenido el
placer de leerme casi todos sus libros, por lo que puedo decir, orgulloso, que
conozco a fondo la obra de Andos y su estilo literario.
Su poesía anterior a Amor
azul la definiría como una poesía transparente y sincera. Con ella se abre
a los lectores mediante unos versos directos, mediante una lírica llana y sin
complicaciones. Pero, como todo autor, él y su obra han evolucionado. En Amor azul he descubierto un autor que
impregna su mismo ser en cada uno de sus poemas.
Todos y cada uno de ellos los dedica de una forma ensalzada,
casi hierática a sus amadas, también al amor cándido que profesa por ellas, a
ese sentimiento embriagador que le impulsa a cantar sus versos de amor bajo las
miradas azules, verdes o marrones de sus amadas. Y es que en su poesía, los
colores tienen un significado esencial, al igual que el viento, la tierra o la
propia Naturaleza. Por eso, en su Amor
azul nos encontraremos con abundantes analogías y simbolismos que muestra
con un prisma muy íntimo.
En este prisma los colores son
personificados, cobrando un protagonismo inesperado. No obstante, nos da a
entender que todos los colores del mundo son únicamente matices de un color
único y que lo engloba todo: el color azul; que es el amor, la vida y la
poesía; una misma entidad con tres nombres diferentes.
La Naturaleza y sus propios elementos también se transforman
en el singular prisma del autor. Por ejemplo, el autor parece representarse con
el viento, a veces suave y nostálgico, otras veces silencioso y perdido, otras
enérgico y lujurioso. La lluvia es su tristeza y las sombras disfrazan la
osadía, la soledad y el juego. La tierra es energía, es la cuna. El cielo, el
espejo de su alma.
Todos estos simbolismos son sólo
una pequeña parte del vasto contenido poético de su Amor azul. En él juega principalmente con los sabores y los olores
para transmitirnos con viveza estos sutiles simbolismos. Su poesía, pues, es un
vaivén de sensaciones, un baile de dulce y amargo; de frío y calor en el que
nos muestra cómo la poesía es para él la savia de la vida, el camino hacia la
belleza y el amor, una entidad superior que lo domina y lo embriaga. La poesía
es dueña de su corazón, del amor, de la vida; lo es todo.
No obstante, no toda su poesía
es igual y se desenvuelve de la misma forma, y menos en una obra tan extensa
como es Amor azul. En ella yo
identifico claramente tres grandes partes: la primavera, el verano y el otoño;
que a la vez pueden reflejar tres grandes etapas de su vida.
Esta primera parte está formada
por los capítulos Amor azul ninfa, Amor azul princesa y Amor azul flor.
En Amor azul ninfa y Amor azul
princesa habla de la añoranza hacia su infancia y su adolescencia, de los
amores perdidos, de su corazón rechazado, de las palabras mudas que no
llegaron. Es tan nostálgico que puedes llegar a sentir el anhelo de volver a
esos tiempos, cuando el pasado siempre era mejor. Te transporta, te hace volar,
aunque sea en soledad. En Amor azul flor
ensalza la belleza de su amada, todo gira en torno a ella. Y es justo en este
momento cuando su lírica parece despegar, nutriéndose de la retórica y la
insinuación. Ya no es tan plana. Vemos despegar la obra de un autor que ha
mantenido una solemne y silenciosa lucha en su interior. También es en este
tercer capítulo donde se recoge lo mejor de su primavera: Poemilla a tus labios, Poemilla a tus manos, Así me gusta mirar tus
ojos, Tarde de sol, Llaman a la puerta, Romance
callado, Nostalgia, El viento, Musas y La mano (un poema lleno de retórica).
Y llegamos a la segunda etapa,
su verano, con el cuarto capítulo, Amor
azul preciosa. En esta etapa Andos ensalza la Poesía como si fuese una
entidad viva. La adora, se refugia en ella para ahuyentar las malas sensaciones.
De ahí que empiecen los sueños de verano donde por fin descubre el Amor
correspondido. Aquí se desata su poesía contenida. Ahora es directa, enfática,
sencilla y contundente, dedicada casi exclusivamente a su amada, a sus besos y a
sus miradas, pues ella tiene el poder de destruir las tinieblas.
Amor azul noche
es el quinto capítulo, y se abre dando paso al otoño, la tercera etapa de la
obra. Su poesía ya ha madurado, como él mismo. Ha conocido el amor y la
soledad, y ha aprendido. Con ella saborea el amor y la nostalgia, lo saborea
como un buen vino añejo. Pero a la vez llega al invierno, en un baile de frío y
calor, en un vaivén de claroscuros; y vuelve la soledad, fría como el invierno.
Y en este aparente final, también se recogen algunos de los poemas más representativos,
como por ejemplo: Sabores, Hace frío, La
noche, El tren se ha ido, Las horas, La lluvia, Una estrella, La luna, Su alma
solitaria, Perdidos sus ojos en el cielo y Añora su amada.
Pero lo que aparentaba ser un final, no lo es. Su poesía
pasa por su mejor momento, y eso lo demuestra en el sexto y último capítulo: Otros poemas azules. En él viene lo mejor
de su primavera y de su verano para aunarse con un otoño maduro. Continuamente
tendrás la sensación de estar reviviendo momentos de las anteriores poesías.
Sentirás conexiones, notarás una y otra vez los enlaces. Estrofas curiosas, Estrofas curiosas II, La última poesía, Una luz
amarilla, Al perro que está enfrente, El viento, Morenaza, Tras el cristal, La vejez, Mi
sombra, Ciudad, Edificios y Granada son los poemas que me han parecido más
representativos de esta última etapa.
En resumen, Amor azul
es un libro vivo, una obra que evoluciona y se desarrolla. Dentro de él
encontrarás los poemas de casi toda una vida.
Ese primer grupo de poemas que forman su primavera, tan
íntimos, personales e inocentes; te dejarán con ganas de más, con la sensación
de que aún falta algo. En el verano de su poesía disfrutarás como un recién
nacido. A la vez que su poesía ha madurado, también conserva su toque juvenil,
inconfundible, juguetón. Entenderás que su juventud nunca ha abandonado su
alma, que aún conserva esa valentía que te permite lanzarte sin mirar al abismo
que se abre bajo tus pies, y así superarlo con decisión. Y para terminar, en el
otoño de su obra sentirás la madurez y el tibio sabor de lo añejo. Terminarás
el libro sintiendo que el ciclo se ha completado.
Y ahora, después de estas palabras el viaje va a empezar…
El blog de Andos More:
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